jueves, 7 de julio de 2011

Mejoramiento Continuo y el Magis Ignaciano

El mejoramiento continuo, una de las filosofías más importantes hoy en día de los sistemas de gestión empresarial, tiene su origen en la Espiritualidad Ignaciana (San Ignacio de Loyola: 1492-1556) y no como muchos creen en las corrientes de la administración moderna. Ya en el siglo XVI, San Ignacio manifestaba que es necesario revisarnos constantemente para poder alcanzar el Magis, una opción por la excelencia para alcanzar las metas a la mayor gloria de Dios. Hoy en día, la teoría de la gestión y los sistemas nos han inculcado que para poder mejorar algo necesitamos medirlo, revisarlo y detectar tanto lo que nos ha acercado a nuestra meta como lo que nos ha alejado de la misma.

En el Paradigma Pedagógico Ignaciano encontramos una gran similitud con el llamado Ciclo Deming o ciclo PHVA con el que solemos identificar el Mejoramiento Continuo.

Paradigma Pedagógico Ignaciano


Ciclo Deming - Mejoramiento Continuo

Lo fundamental a entender es que para poder mejorar la forma de administrar una organización debemos estar constantemente evaluándola y proponiendo soluciones para acercarnos cada vez más a nuestro objetivo. No siempre lo que planeamos va a funcionar, por lo que muchas veces requeriremos devolvernos a nuestra etapa de planeación y formular nuevas soluciones o alternativas. En la medida en que conozcamos mejor nuestra empresa y tengamos la mejor información posible de lo necesario para alcanzar nuestra meta tendremos mayor éxito en nuestra gestión. Entonces esto nos hace darnos cuenta que un sistema de gestión va a requerir grandes cantidades de información para poder tomar las decisiones más acertadas para la organización. En este punto entra el término "Estratégico" a tomar importancia dentro de los sistemas de gestión. Hoy no se trata sólo de planear, sino de hacerlo de una forma estratégica, teniendo la mejor información posible y previendo los posibles resultados de nuestras decisiones. Esto, volviendo al marco de la espiritualidad ignaciana, está dado en el proceso del discernimiento del que hablaba San Ignacio en el marco de sus ejercicios espirituales.

Al igual que la espiritualidad se ve reflejada en un estilo de vida para las personas, el mejoramiento continuo es todo un estilo de toma de decisiones y actuaciones que debe ser coherente y permanente, en sí todo un estilo de vida o característica particular de las organizaciones.

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